lunes, 20 de abril de 2009

Monográficos IV. Orígenes (Segunda parte)

¡UNO, DOS Y TRES! ¡¡¡CA-LA-SAN-CIO!!!

Este sentido grito al unísono era la antesala del comienzo de un partido cualquiera sobre el asfalto del Colegio Calasancio, situado en la céntrica pero apartada calle Sevilla de Zaragoza. Muchos de nosotros encontramos en aquellas aulas, y entre las líneas amarillas de aquel gris terreno de juego, una escuela de la vida, la amistad y un sentimiento al que pertenecer. Son muchos los que están y han estado vinculados al Atlético La Cancha, siendo ex jugadores de Calasancio; Juan, Alberto, Mariano, Iván, Alejandro Lucia, Jose, Chavi, los hermanos Gabarda, Juanma…

En torno a una pelota vivíamos los 6 días a la semana que pisábamos aquel patio; 3 de ellos entrenando o jugando partidos, y el resto, dentro de las aulas inventado alineaciones o haciendo carambolas imposibles en las clasificaciones de Calasanciomanía.

De aquí nació la idea de los anuarios. Manda cojones… Tengo kilos y kilos de estas hojas en mi cuarto.
PD: Capitano, no me guardes rencor. 

Es justo nombrar a Miguel Gabarda, que fue capaz de aglutinar trabajo y generosidad, para que un puñado de chavales a los que les gustaba jugar al fútbol, sintieran que lo hacían en el mejor equipo del mundo. Decir Calasancio, es hablar del equipo donde algunos marcaron sus primeros goles, donde otros decidirían cual sería el dorsal que les acompañaría siempre o recordar el lugar en el que vivimos las tardes de sábado más electrizantes de nuestra vida.

El portero de verde es Iván!! A su lado, Jose. Tober es visible.

El azul y amarillo irán siempre cosidos a la piel, porque esos colores hacen que hoy La Cancha pueda ser una realidad. Allá donde los recuerdos se pierden; no lo harán las imágenes de mi retina en las que Juan se pega a la irregular línea de banda para sacar un balón raso que Alejandro toca para Alberto, que antes de encarar bicicletea sobre la pelota, antes de dar un centro atrás para que aparezca uno de los Gabarda y fusile al portero. Para entonces la portería de la biblioteca se habrá llenado de papelitos blancos, y un grupo de chavales pequeños corean ¡CA-LA-SAN-CIO!

Cuando el sábado va perdiendo luz, las redes del colegio se recogen, los palos oxidados vuelven a su armario, y los pelados balones volverán a dormir entre rejas. Las leyendas urbanas de la zona se trasladan a “El Naranjo” para continuar con el balompédico sábado.

9 comentarios:

Juan dijo...

Qué grande eres Meri! Y no digáis que cuando pasábais por el cole no os entraban ganas de que estuvieran las puertas abiertas para poder ver qué aspecto tenía la pista, las líneas, las porterías, quién estaba jugando… 

Y sobre todo el ambiente de "club" de aquellos años. No eran algunos equipos jugando en el mismo sitio, era un todo que funcionaba por partes. Te preocupabas por cómo iban los juveniles, qué habrían hecho los chavalines pequeños y tenías fichados a los que despuntaban… Y el éxtasis deportivo era que te convocaran con un equipo que no era el tuyo para poder echar una mano.

Una vez acabados los partidos, de charrada en el patio comentando jugadas, goles… Y la entrega final de trofeos en el Garden era el broche para terminar de sentirnos estrellas.

¡CA-LA-SAN-CIO!

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo!!
También recuerdo con cariño las mañanas de sábado en el colegio con el MARCA en la mano haciendo encaje de bolillos en la clasificación de primera división.

Barcelonistas a raudales por el boom del Dream Team de Cruyff que lucían sus camisetas de la franja blanca.

Recuerdo también ese pre partido con palmera de bollo de la porvenir en mano.

Muchos y muy bonitos recuerdos

MARIANO

Anónimo dijo...

Sin duda fueron unos años fabulosos en los que fuimos muy felices, para los que no compartieron esta étapa con nosotros quiero que quede muy claro que el Atlético La cancha es tanto de Movera como del entorno Calasancio porque de no ser por todos esos ex-Calasancios nunca podríamos haber fundado este equipo.

Al igual que con la parte de Movera, estoy muy contento de poder decir que tengo amigos de toda la vida del colegio,los sábados veo a Iván al que conozco desde que tengo 4 años y lo he visto jugar de portero,de jugador irse a futbol 11 volver y finalmente vestir la camiseta de La cancha,historia similar a la que comparte mi hermano con Juan, claro que este nunca jugó de portero aunque seguro hubiera sido un espectáculo.


El azul y el amarillo irán con nosotros toda la vida,ya os lo digo yo,jeje


Decir que el Calasancio tuvo grandes exitos deportivos colectivos fué una cantera de grandes jugadores.


ALE CALASANCIO ALE ALE!!!!!!!

TOBER 10

Juan dijo...

He de decir (y esta no es una de esas populares historias subrrealistas) que cuando estaba cercano a alcanzar los 15 años tuve ciertos flirteos con la posición de portero. Era un guardameta de contrastes, una especie de Mono Burgos, capaz de hacer un escorzo imposible para sacar un gol cantado y la jugada siguiente salir a por uvas en un córner. Fui fijo bajo palos en los mundialitos durante casi todo un año y el segundo guardameta más cotizado de la clase en las horas de gimnasia. Tanto es así que hasta última hora estuve disputando la titularidad para el prestigioso partido Profesores vs. 8º EGB. Finalmente David "El gato" Muñoz (quizás Mariano le recuerde) se llevó los honores. No obstante tengo largos antecedentes de guardametas en mi familia.

Después, las salidas nocturnas, que estaban ya a la vuelta de la esquina mermaron mis reflejos, por lo que decidí cerrar ese capítulo, y compaginar mi trayectoria en banda izquierda con el vicio, las chavalitas y el alcohol. Sin duda ha sido más gratificante.

Anónimo dijo...

Siento decirle a Juan que sus mejores ccarreras habrán sido con el alcohol y no por la banda izquierda y que los centros buenos que todavía estoy esperando, se los debio poner medidos a la.... a alguna chavalita.

Por cierto, ya que has hecho referencia a ése turbio tema de los antecedentes de porteros en tu familia, cuéntanos aquel tórrido romance veraniego que tuvo aquella prima tuya con Ochotorena??

Óscar.

Juan dijo...

Sabía que este día llegaría. Bien, corría el año 90 y estaba siendo un verano especialmente duro, sobre todo por la cruel eliminación de España a manos de Yugoslavia en aquella fatídica prórroga.

Mi prima, alma libre ajena al balompié, decidió hacer válido un viaje que le había tocado en uno de los miles de envoltorios que manipulaba a diario, fruto de su adicción a los quesitos de "La vaca que ríe". Fue un viaje de varias horas en el que no dejó de devorar los productos con el logo del rumiante y tuvo que soportar chascarrillos de las azafatas que conectaban la imagen de la marca con el lamentable aspecto físico que estaba alcanzando mi prima.

Ya en tierra, y tras varios días de sol y daikiris en alguna paradisíaca isla, se encontraba mi prima disputando un partido de voley-playa con la mala fortuna de que el balón se vió arrastrado por las olas mar adentro. Cuando mi prima llegó a él, lo agarró fuertemente con ambas manos, y al sacar el esférico del agua, cuál fue su sorpresa al comprobar que, en realidad, lo que sostenía era la calva de Ochotorena.

—Pensé que tu eras un balón —dijo mi prima.
—Y yo que eras un mamífero acuático —contrarreplicó el guardameta al tiempo que surgía el amor entre los dos seres.

El resto os lo podéis imaginar. Aquel mismo mes de agosto, fruto de aquella relación, nací yo, dando origen a la paradoja de que soy, a la vez, mi propio tío y sobrino.
Ochotorena, un tío entrañable donde los haya, pagó la cirugía estética de mi prima, que actualmente conduce un taxi y prefiere que le llamemos Adrián.

Anónimo dijo...

JA JA JA JA JA JA JA A JA A JA JAJJJA JA JA JA JA JA JA JA JA AJA JA

Me río por no llorar, porque el otro día la zorra de tu prima - madre, me cobro 5 euros por venir del casco a mi casa.

Confesaré algo, mi padre biológico es MANOLO, aquel portero del Tenerife que jugaba con 12 kgs de más en primera división.

MARIANO CHICHARRERO

Anónimo dijo...

JAJAJAJAJAJAJAJAJAAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.

Bueno ya que hablamos de porteros con la máxima sinceridad, confesaré muy a mi pesar y con todo el dolor de mi corazón que tengo un hermano militando actualmente en las filas zaragocistas.

Sí, lo sé, es tan dificil de creer como cierto, el no es otro que Songo´o.

Es por ello por lo que yo me he sacado el abono éste año a pesar de estar en segunda, lo he hecho para ver jugar cada domingo a mi tato.

Mi tato, o como yo le llamo "choco", es fruto de una inadmisible "tangana nocturna" de mi madre con Jack Songo´o, portero del Deportivo de la Coruña, en el Hotel Meliá un sábado por la noche, después de haber jugado en La Romareda.
( R. Zaragoza 1 - Deportivo 1 )
(Kily Gzlez. min 22)
(Claudio. min 68).

Aventura propiciada por una desmesurada curiosidad de mi madre por conocer en primera persona lo que era el "Superdepor" de aquella época.

Por favor Juan, podrías dejarme jugar con el "11" a partir de ahora para llevar el mismo número que mi hermano??

Óscar.

Juan dijo...

Lo siento Óscar, mi contrato con Puma me exige llevar el 11, de lo contrario perdería millones de euros. Imagen de marca, lo siento. El mundo del marketing me ha consumido.

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